No podía ser de otra forma

Noche mágica en el Camp Nou, como no pudo ser de otra forma, si lo hubiese sido, sería injusto. De nuevo el barcelonismo demostró la metamorfosis que ha sufrido en estos años, que este club, que esta afición, ya no es la que despedía a sus iconos por la puerta trasera, con rencor o egoísmo. Ayer se respiraba en el ambiente, independientemente del resultado, que la noche iba a ser una fiesta, una fiesta que todos sabíamos que iba a celebrarse pero no sabíamos ni como, ni qué.

Cuando Guardiola saltó al campo, una lona inmensa con el mensaje ''T'estimem PEP'' presidía el lateral del Campo Nou. ya empezó la fiesta bien, con un mensaje impresionante y cariñoso, algo que vaticinaba que la noche iba a salir redonda. Como intérprete de un himno hacía Pep salió Messi, que con cuatro dianas certificó ser el mejor goleador de todos los tiempos en una temporada con 50 goles en Liga y 72 en todas las competiciones.

Cuando Messi marcó el cuarto y último gol de la noche ya solo quedaba la traca final, esa despedida que todos estábamos esperando por una parte, para saber de la madurez del club, para saber de la cordialidad que ahora se respira en el ambiente, pero también vivíamos con resignación, un acto que pese a que nosotros estemos al unísono en contra de su marcha debemos respetarla y aplaudirla. Pitó el colegiado el final del partido, y Pep sabía que era el protagonista, se acercó arropado por todo su staff técnico y sus jugadores al terreno de juego, ya empezaba el regalo final a Pep.

Su campo, aquél donde niño recogía las pelotas que sus ídolos lanzaban fuera, aquél jugador que se ganó el reconocimiento de la afición tras 11 años jugando en el equipo de sus sueños, para 7 años más tarde capitanear al conjunto de sus amores hacía ser el mejor equipo del mundo, y posiblemente uno de los más grandes de la historia. El speaker del Camp Nou, aquella voz que da la bienvenida a los jugadores del FC Barcelona y a los aficionados en cada partido en casa, esta vez le tocó ser, sin duda, portavoz del barcelonismo, dando las gracias con un sincero discurso y abriéndole las puertas al club cuando él quisiera y con un Gracias Pep.

El vídeo homenaje que hace una semana creó el club para darle las gracias por todos los éxitos y todo lo vivido, lo que nos ha hecho vivir a todos los seguidores de este gran club, presidía el videomarcador del FC Barcelona, como un guiño al pasado y una mirada firme al futuro. Cuando acabó el video, quería hablar, se veía emocionado, quería acabar cuanto antes ese acto, se le hacía muy difícil hablar, pero aún quedaba un regalo más, la canción que marcó un antes y un después a la sociedad catalana, ''Que tinguem sort'' de Lluis Llach, esa canción que se podría interpretar, como un, que tengamos suerte sin tí, o que tu tengas suerte y nosotros también.

Finalmente cogió la palabra, en un discurso espontáneo, dió las gracias  a todos, a toda la afición, a todos los dirigentes, a todos los jugadores. Sin duda era su noche, para disfrutarla, lo mantearon como si hubiese acabado de ganar una competición, pero se había ganado algo más, el reconocimiento de un club que en su historia esto no lo ha hecho nunca, o al menos que yo recuerde. El mensaje final es claro, '' Hasta pronto.A mí nunca me perderéis'', se nos va un culé, un barcelonista y un señor de los pies a la cabeza, pero sin duda volverá, tarde o temprano, lo hará.

Y al final recorriendo su campo, el que lo vió nacer futbolisticamente de mano de su hijo y su esposa, recordando todos los momentos vividos y soñando con algún día volver a pisar el césped, del que él hizo el mejor equipo del mundo. 

GRACIAS PEP!